Abuso empresarial en el Biobío: SINTEC paraliza indefinidamente obras de Central Hidroeléctrica Rucalhue
- Pincoyazo

- 7 nov
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Constructora a cargo de las obras viola derechos laborales e incumple reiteradamente los acuerdos generados con el sindicato, principal herramienta que tienen los trabajadores para defenderse del abuso empresarial en un proyecto de una transnacional china cuya inversión supera los $250 millones de dólares.

Ante los constantes incumplimientos de los acuerdos por parte de la empresa constructora China First Highway Engineering Co Ltda a cargo de las obras de la central hidroeléctrica Rucalhue, la base sindical del SINTEC-Chile tomó la decisión de paralizar las faenas de manera indefinida, situación que se extiende desde el martes 5 de noviembre.
El miércoles 6 de noviembre, los trabajadores se desplegaron en una marcha por la comuna de Santa Bárbara, dirigiéndose a la municipalidad y a la gobernación, junto a cuatro comunidades mapuche de la zona, quienes también han sido afectadas por la intervención de la empresa en el territorio.
Las causas de la paralización
La empresa constructora a cargo de las obras de la central no ha respetado los acuerdos que se alcanzaron en la última reunión de negociación junto a la Directora Regional del Trabajo de la región del Biobío, además de incumplir las normas de Higiene y Seguridad, el buen ambiente laboral y las condiciones laborales de más de 350 trabajadores.
Los trabajadores denuncian que la empresa China First Highway Engineering Co Ltda no paga íntegramente los sueldos, mantiene salarios desiguales para las mismas funciones y se registran denuncias por mal trato laboral.

Capitales chinos detrás del proyecto
Las obras están a cargo de la constructora China First Highway Engineering Co Ltda, pero el mandante es Rucalhue Energía SpA, propiedad de China Internacional Water & Electric, a su vez subsidiaria de la transnacional China Three Georges Corporation.
Central hidroeléctrica Rucalhue
La central cuenta con un Estudio de Impacto Ambiental aprobado en 2016 y se ubica en el río Biobío, 50 km al suroriente de la ciudad de Los Ángeles y a 10 km de las comunas de Santa Bárbara y Quilaco. El poblado más cercano es Rucalhue, a 1 km de las obras.
Inicialmente fue operada por Atiaia Energía Spa, una empresa brasileña. Luego, el proyecto fue adquirido en 2018 por la empresa Rucalhue Energía Spa, propiedad de China International Water & Electric (CWE), subsidiaria de la transnacional China Three Gorges Corporation.
La arista ambiental del proyecto
La central se levanta aguas debajo de la confluencia de los ríos Biobío y Quilme con un embalse de un volumen de 7 millones de metros cúbicos, creados mediante la inundación de 139 hectáreas de terreno.
Durante el actual gobierno, en octubre de 2023, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) clasificó la central como un proyecto de “interés nacional”, facilitando así la aprobación de los planes de manejo, ya que el proyecto requiere talar 392 naranjillos y 139 guindos santos, dos especies vegetales protegidas.
¿Energía para quién?
El objetivo del proyecto es generar energía eléctrica para enviar (vender) al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y así alimentar el consumo de energía de empresas y hogares.
Para hacerse una idea, 1 megavatio (MW) equivalente al consumo de entre 500 y 2.000 hogares. Rucalhue tendrá una capacidad de 90 megavatios (MW), o sea, permitiría generar el consumo de entre 45 mil y 180 mil hogares, pero en el río Biobío ya existían 4 centrales (Ralco, Pangue, Angostura y Palmucho), que en conjunto tienen una capacidad por más de 1.500 MW, equivalente al consumo de entre 750 mil y 3 millones de hogares.
En otras palabras, la demanda por energía y decisión de ejecutar este y otros proyectos a lo largo del país proviene de los sectores industriales y empresariales, y no para resolver la necesidad de energía eléctrica para los hogares.
Durante largos años se ha prometido una reducción de los precios de la luz, por ejemplo, para validar proyectos que en nombre de las energías renovables no terminan nunca por beneficiar a quienes viven de su trabajo, sino mejorar la eficiencia del modelo productivo orientado a extraer y exportar mercancías al extranjero, arrasando con territorios completos a cambio de sueldos que no alcanzan para llegar a fin de mes.






