TIEMPOS DE CLIENTELISMO: SI LA MUNI NO RESUELVE LOS PROBLEMAS ¿ENTONCES QUÉ HACE?
- Pincoyazo

- 25 oct 2024
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Actualizado: 8 jun

En tiempos de elecciones nos llenan de promesas que supuestamente mejorarán nuestras vidas, omitiendo que los municipios no están hechos para cambiar la desigualdad social, sino solo para administrarla a través de la ejecución de políticas y programas que se definen a nivel nacional.
La reforma municipal de la dictadura en los años ochenta generó un sistema en que los municipios solo administran la entrega de bienes y servicios en base al modelo de Estado subsidiario, que quiere decir que no hay derechos sociales, sino una focalización de los recursos que asiste solo a las personas más pobres. Ese es el verdadero rol de los alcaldes como figura política.
Este asistencialismo ha creado uno de los legados más nefastos de la dictadura, el clientelismo, definido como un mecanismo donde un candidato o una autoridad electa busca generar la lealtad de sus votantes a través de la entrega de un beneficio, sea una caja de mercadería, una silla de ruedas o acceso privilegiado a una hora médica, pero en forma de favor personal, y no como un derecho o una política pública.
Lo que buscaba la dictadura con este diseño de los municipios era desarticular las organizaciones con demandas programáticas nacionales, como los sindicatos o comités de vivienda, haciendo que las personas busquen resolver sus problemas de forma individual pidiendo una ayuda al alcalde para que le dé acceso privilegiado a algún servicio, desplazando la participación popular colectiva y creando un distanciamiento de las personas con las organizaciones y la política nacional.






