LA DEUDA DEL TRANSANTIAGO
- Pincoyazo

- 28 nov 2018
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Actualizado: 19 jun

Luís Ramírez es conductor de SUBUS desde hace 13 años, cuando empezó el Transantiago. La promesa de mil dólares de sueldo (600 mil) que en 2007 circuló por la prensa nunca llegó, como tampoco llegaron los baños ni los espacios para descansar o almorzar en las cabeceras de los recorridos (terminales intermedios). Los trayectos muchas veces cruzan toda la ciudad, en un sistema de transporte donde los conductores son la cara visible, recibiendo a nombre de otros.
Todas estas malas condiciones laborales generan una serie de enfermedades de salud mental (estrés, depresión, entre muchas otras), que las mutuales muchas veces no reconocen, y que incluso cuando los conductores deciden acudir a una consulta privada, la empresa muchas veces no las reconoce, obligándolos a salir a trabajar empastillados, lo que representa un peligro a su salud y a la integridad de todos los pasajeros del sistema.
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